Francisco Leiro

Francisco Leiro - Baco

Biografía del Artista: Francisco Leiro Lois nació en Cambados, Pontevedra, en 1957 y es un artista plástico español destacado en el campo de la pintura y la escultura. Comenzó su formación en la Escuela de Artes y Oficios de Santiago de Compostela, continuando después en la Escuela de Bellas Artes de Madrid.En 1985, representó a España en la Bienal de São Paulo y desde 1986, ha expuesto regularmente en ARCO, Madrid, una de las ferias de arte más importantes de España. En 1988, se estableció en Nueva York, donde comenzó a trabajar para la prestigiosa Galería Malborough, una de las más destacadas del arte contemporáneo.Entre las obras más conocidas de Francisco Leiro se encuentran la figura de un animal fantástico conocido como Sireno (1991), levantado sobre dos columnas de granito pulido verde y negro en la Puerta del Sol de Vigo, el Homenaje a Castelao en la Alameda de Santiago de Compostela (1995), la Batea o Saavedra sobre el río Lérez en el Parque de la Isla de las Esculturas de Pontevedra, el Astronauta en Valdemoro (Madrid), Vértigo en la autovía M50 de Madrid (2004) y Simeón sentado ante Torre Espacio, Madrid.Su trabajo se caracteriza por una clara influencia del expresionismo abstracto y la figuración, fusionando formas orgánicas y geométricas. Actualmente es académico de número por la sección de Escultura de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando. Además, sus obras se encuentran en importantes colecciones y museos de arte contemporáneo.

 

Francisco Leiro (1967, Cambados), ha optado por un tema mitológico para esta edición de ARCO. Se trata de una representación de,Baco dios romano del vino, que fue, a su vez herencia del Dionisio griego. Un personaje que ha servido de inspiración a centenares de escultores y pintores ya desde la antigüedad clásica. El propio Leiro ha trabajado esta tema para escultura pública anteriormente, así como otros personajes del panteón clásico y lo ha hecho desde un enfoque muy particular: desacralizando la figura y quitándole el halo de deidad del personaje, para tratarlo con humor y humanizarlo. Aquí aparece Baco, que identificamos gracias a sus atributos característicos: la copa de vino, el odre que lleva bajo el brazo y las botellas que conforman los contrapesos de los pies. En este caso, Leiro no ha tenido en cuenta una única escultura en particular, pues fue la forma del tronco de chopo lo que determinó la pose del dios romano. Esto no significa que no tuviera en la cabeza obras de arte de la antigüedad. Una de ellas, según el propio Leiro, es el “Fauno Ebrio” de Anónimo romano del S. I, expuesta en el Museo Arqueológico Nacional (en la imagen), donde aparece un joven desnudo, en estado de ebriedad, portando un odre con el que que llena una copa. Es uno de los seres que acompañan a Baco en su cortejo. Asimismo, otro ejemplo de época posterior es el Baco de Miguel Ángel, que realizó a inicios de su larga carrera y que hoy se puede visitar en el Museo Bargello. Es precisamente el genio renacentista uno de los referentes de Leiro, y en este caso, es imposible no pensar en el conocido tratamiento “non finito” que caracterizó la obra Miguel Ángel en sus últimos años de vida. Como en las últimas esculturas de Miguel Ángel, en la obra de Baco de Leiro, la figura parece emerger del bloque de madera, dejándola deliberadamente inacabada. Responde a la estética típica de la producción de Leiro, quien delimita la forma haciendo sucesivos cortes sobre el tronco en bruto, dejando huellas de la motosierra, hacha o gubias, creando unas esculturas que han dado reconocimiento nacional e internacional a su larga trayectoria.