‘It’s Not Just a Portrait’
El retrato siempre ha sido un actor importante en el arte, desde los autorretratos realizados en el antiguo Egipto y la Edad Media hasta el Renacimiento cuando saltó a la fama gracias a la gran difusión de las solicitudes realizadas por las familias reales. De algún modo, fue una forma de recordatorio, de memoria para el futuro, de conservar una fotografía duradera de una persona, de un modo singular. En cada retrato, el artista tiene sus propias decisiones sobre qué mostrar y cómo posicionar al sujeto. En la mayoría de los casos, si el sujeto está presente, a través del retrato podemos saber cómo quiso ser representado, o también, cómo el artista quiso representarlo.