'Cuaderno canario. 56 días bajo la mirada del Teide'

 

Día 1 - (02 de junio) Llegué con ciertas ideas preconcebidas a Tegueste. Quería seguir desarrollando las ideas que habían nacido durante la cuarentena en Londres. Trabajar a partir de esos dibujos, tal vez incorporar algunos guiños de mi experiencia acá, pero desde el primer paseo alrededor de la casa me dije: ¡Pero que paisaje! Tendría que ser ciego para no darme cuenta que tengo miles de motivos para trabajar solo con mirar alrededor. El pequeño manzano que nace de una tierra colorada o la montaña que se trenza con las nubes perpetuas del horizonte. Además, saborear esa tradición incómoda de pintar al aire libre, que el sol, el viento y el exterior se manifiesten también en las pinturas. Hace mucho tiempo que no sentía el deseo de comerme el paisaje y sus motivos. Quiero hacer la pintura más tonta y cursi de todas. Quiero ser ese cliché de pintor, aquel que pinta bajo el sol y que pinta rosales y manzanos ¡La tan sola idea me quema el corazón! ¿Cuántos grises tendrá aquel manzano? Escrito por Francisco Rodríguez Residencia Tenerife julio – agosto 2020