Cómo explicarle un chiste a un caballo
El arte de Iñigo Navarro (Madrid-España, 1977) es una reflexión sobre la experiencia y la memoria, que se plasma en cada una de sus creaciones. Como artista figurativo, Navarro busca capturar la esencia de lo real, lo tangible, pero también lo intangible, lo que se siente y se vive en cada momento.
Navarro parte de lo performático, lo que implica que su obra se genera a través de la acción, de la intervención directa del artista en el proceso creativo. De esta manera, su obra es una huella de su experiencia, de su presencia en el mundo.
El elemento filosófico también está presente en su trabajo, ya que Navarro busca indagar en la naturaleza de la experiencia, en la relación entre el ser humano y el mundo que lo rodea.
Las influencias de Navarro son diversas y amplias, y van desde la literatura de autores como Fante, Gonzo, Bukowski, Kerouac, Ginsberg y Delillo, hasta el cine de Tarkovsky y la pintura de Velázquez y Rivera. Estas influencias se ven reflejadas en su obra de diferentes maneras, ya sea en la temática, en la técnica o en el estilo.
El proceso creativo es otro de los elementos fundamentales en la obra de Navarro. Como artista, muestra un interés claro por el camino, por el proceso de creación, que se convierte en una experiencia en sí misma. En este sentido, su arte es un proceso de descubrimiento, de exploración y de experimentación, que se materializa en cada obra.
Finalmente, el arte de Navarro busca escapar de lo conceptual, de las ideas preconcebidas y los estereotipos, y explorar un nuevo territorio entre lo conceptual y lo formal, entre lo lúdico y lo pesimista. Su obra es una búsqueda constante de la tensión entre estos elementos, lo que la convierte en una experiencia única e impactante para el espectador. En definitiva, la obra de Iñigo Navarro es una invitación a explorar la experiencia humana desde una perspectiva artística y filosófica, a través de la figura y la imagen.