'THE GARDEN'
Para Matisse pintar un cuadro significaba construir con el color y la línea bajo la máxima de plasmar una emoción subjetiva. No me gusta distinguir entre el sentimiento que me produce la vida y la manera como lo traduzco en mi pintura, decía. Sus viajes a Marruecos le acercaron a la naturaleza y a las impresiones visuales paradisiacas. A los jardines como refugio. Uno de sus temas favoritos fue la imagen de la ventana y, a través de ella, del paisaje. En este tipo de escenas otro elemento adquirió también protagonismo: el bodegón en el alféizar del propio vano o sobre una mesa. Bandejas con frutas, maceteros con plantas, jarrones con flores. Fueron sus pequeños paraísos particulares.
Como Matisse, Inma Fierro (1985, Sevilla) posee sus propios jardines y en las naturalezas muertas que los componen plasma sus emociones subjetivas a través del color y por medio del tipo de planta o flor elegida como protagonista. Sus bodegones, ambivalentes, oscilan entre el realismo y la abstracción, entre el contenido simbólico y la emancipación de significados. Son vanitas pero también locus amoenus. Son memento mori pero también edenes privados rebosantes de vida. Las obras de “The Garden” conforman un catálogo botánico que conjuga conceptos, se presentan como una superficie de proyección de las impresiones de la artista al tiempo que soporte ideal para experimentos cromáticos y lumínicos. Copiar únicamente los objetos que constituyen un bodegón no es arte. Lo único importante es traducir el sentimiento que despiertan en uno mismo, de nuevo son palabras del pintor francés. En estas escenas Inma Fierro libera a las plantas de su modelo para captar lo esencial. Simplifica los trazos para poder transmitir vitalidad. Sus escenarios, a pesar del tratamiento plano y sin perspectiva del espacio, hablan de lugares en los que morar, de lugares en los que generar arraigo, de “islas de paz” (que diría Satz) en las que quedarse a meditar. En “El paisaje habitado” el filósofo Carlos Muñoz Gutiérrez sostiene: El jardín es un estado de ánimo que deseamos provocar en el jardín. Jardines, lugares propicios para alimentar jardines interiores del deseo, de la fantasía, de la reflexión, de la verdad o del olvido. Así, cada jardín requiere su propio recogimiento. Cada jardín tiene su propio espíritu. Así, la serie “The Garden” reúne distintos jardines y cada uno es un estado de ánimo.
Texto: Natalia Alonso Arduengo
Exposición Inma Fierro
4.400 €
550 €
3.500 €
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3.500 €
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