‘Selected works: 1963-1979’
La fotografía, como la juventud, florece un instante. A diferencia de esta, las imágenes perduran y nos recuerdan ese momento de magia donde todo fue posible. Si en este tránsito existe una pérdida, sobre todo será proyectiva. Aquello que pudo hacerse y lo que finalmente se hizo ha marcado el futuro de entonces, nuestro pasado de ahora, aquel presente iluminado fugazmente por un destello. Nadie podrá decir que no existió, aunque haya que aceptar que ya no está. El eterno fotográfico definido, una vez más, por la presencia de una ausencia.