‘Paphos’

 

Inicialmente el yo, desconocedor de sus propios límites, se sitúa en el centro de la realidad, fusionado con el mundo exterior. Así, en las primeras etapas una escultura crece integrando elementos de su entorno, hasta el punto de fusionarse con las herramientas utilizadas para tallarla y los objetos que se encuentran en el taller. En estas primeras fases la escultura no se diferencia del escultor, ¿pero es el artista capaz de apreciar la distinción? Ambos se integran sin que se aprecien netamente sus contornos.