‘¿Los últimos cuadros que pintó Velázquez? Una propuesta’

 

En el incendio del Real Alcázar se perdieron más de 500 obras de arte, incluidos muchos cuadros importantes de Tiziano, Veronés, Rubens y Velázquez. La única en salvarse de las llamas de las cuatro escenas mitológicas de Velázquez que estaban colgadas en el Salón de los Espejos fue Mercurio y Argos (1659).

Los Inventarios Reales de finales del siglo XVII nos informan de que los tres cuadros perdidos eran representaciones de Venus y Adonis, Apolo y Marsias y Psique y Cupido. Gracias a estos mismos inventarios podemos formarnos una idea bastante exacta del tamaño de los lienzos, y saber aproximadamente dónde estaban colgados. Lo que no tenemos es ninguna referencia de su aspecto.

La idea de Simon Edmondson ha consistido en pintar estas tres historias perdidas de Ovidio siguiendo el mismo tratamiento, en cuanto a ambiente, luz y técnica, que en Mercurio y Argos, la única que sobrevive. La tensión de este último cuadro se debe a una atmósfera de suspense y premeditación, que también ha intentado mantener de varios modos. Ha sido interesante tener que decidir qué momento habría elegido Velázquez dentro de cada historia. En este caso ha optado por el formato de parejas en paisajes, flanqueando las dos violentas escenas centrales con la muerte de Adonis, a la izquierda, y la resurrección de Psique a la derecha.

“Me imagino las cuatro pinturas, cada una con su pareja pintada a la misma escala, formando una especie de friso a la altura de los ojos por encima de las famosas mesas con leones por toda la pared sur del gran salón de estado”. - Simon Edmondson.

Exposición Simon Edmondson