Este año y medio de pandemia parecen haber consolidado una perspectiva cultural del futuro que ya Marina Garcés denominó “condición póstuma”. Quizá en las preocupaciones intrínsecas a los desafíos ecológicos y sociales que plantea el futuro, y desde un contexto de precariedad cultural tras dos años de cancelaciones y complicaciones, sea donde el dibujo se puede mostrar como una herramienta de precisión para reflexionar sobre el colapso de una sociedad hambrienta de otro tipo de relatos.
Continuando su proyecto Hauntopolis, Santiago Talavera presenta en El pasado habrá sido un planeta extraño una serie de dibujos sobre diferentes materiales, que conforman una topografía imaginaria en continuo crecimiento.