La exposición que Juan López presenta en la Galería Juan Silió es un proyecto que toma la ciudad como entorno arqueológico. Construye distintos elementos instalativos que parten de la captura de negativos de distintas superficies del entorno urbano. Basado en el lenguaje propio de la ciudad, se forma un nuevo sistema de signos con el que trabaja, en relación con su obra anterior en la que el análisis de los elementos arquitectónicos, el estudio de su imagen como texto y símbolo, es una constante.
La prospección de superficie, un proceso de trabajo por el que se busca señalar nuevos yacimientos contemporáneos, se centra en la capa superficial del terreno, para extraer la información de la actividad más reciente. La captura de estos negativos permite desvelar elementos encontrados en la corteza de la ciudad: se rescatan toda suerte de marcas, signos y construcciones. Transfiere estos códigos a nuevas pieles, convirtiendo los pequeños accidentes y erosiones ocasionados por el paso del tiempo (socavones, raspados...) así como diversos elementos gráficos (señalética vial horizontal, marcas esgrafiadas, etc.) en la contraforma de la ciudad.
Con la traducción de esos negativos en una nueva materialidad Juan López construye un entorno en el que se intuye cierta familiaridad, aunque nuestro cerebro, que aún debe aprender a distinguir los nuevos fonemas, tiene la sensación de adentrarse en un espacio inhóspito, desconocido, que sin embargo nos ofrecer cobijo.