MARKUS LINNENBRINK

MARKUS LINNENBRINK - 2022

Biografía del Artista:

 

Evocando las pinturas de rayas de Morris Louis y Gene Davis, Markus Linnenbrink crea coloridas pinturas de goteo de pequeño y gran formato que invaden en ocasiones los ambientes en los que se muestran. El color y los procesos pictóricos son las principales preocupaciones de Linnenbrik, que construye sus composiciones utilizando cuidadosamente goteos que se van superponiendo capa sobre capa, resultando en composiciones de colores saturados y brillantes. Algunas veces constituidas de precisas rayas y líneas exquisitas, en sus obras abundan al mismo tiempo las superficies táctiles y las piscinas de resina. Su trabajo sugiere la espontaneidad de un proceso más intuitivo, un sentido que eleva con ocasionales interrupciones sutiles. Asistió a Gesamthochschule en Kassel, así como a la Academia de Bellas Artes de Berlín. Entre sus pinturas murales más recientes está el monumental de 38.000 metros cuadrados en la fachada del hotel SLS Brickell del grupo de Jorge Pérez en Miami y otro de 2 x 28 metros en el lobby de Rockefeller 75 en Nueva York. Recientemente ha expuesto en Waterhouse & Dodd en Nueva York, NY, el Kunstmuseum Bochum en Alemania y la Bienal de Beijing 2010, entre otros. Su obra está incluida en las colecciones permanentes del Ministerio de Cultura de La Haya, Países Bajos; Harvard Business School, Cambridge, MA; Harvard College, Cambridge, MA; El Museo del Arte de la Capilla, Universidad de Dartmouth, Hannover, NH; Museo Neue Galerie, Kassel, Alemania; El Museo de Arte Moderno de San Francisco, CA; El Museo de Arte de San José, CA; Museo de Hammer de UCLA, Los Ángeles, CA; Wellesley College, MA y la Colección Oeste, Oaks, PA, entre otros. A la vez inventivas y virtuosas, las pinturas de Linnenbrink pueden describirse como performativas o extremas. El artista vierte y aúna resina con capas acumuladas de pigmentos opacos y traslúcidos, construyendo la materialidad dramática que caracteriza sus piezas. Utilizando un medio con maleabilidad efímera, sus pinturas de epoxi tempranas dependían de la acción conjunta de la liquidez y la fuerza de gravedad; más tarde las intervenciones sobre la superficie fueron concebidas con asistencia mecánica, dormando depresiones concéntricas y luego canales cincelados. Estas innumerables capas de resina de distintos colores que el artista alemán va yuxtaponiendo nos hablan del tiempo, de la noción de ‘recorrido’ y de nuestra condición humana de seres finitos. Cada una de las capas de sus Cuts va cubriendo la anterior, igual que el presente cubre el pasado; Linnenbrink las va revelando mediante incisiones de distinta profundidad, atisbos a la que antes era la primera capa, a lo que antes era el presente. En sus Drippings, las numerosas hebras de pintura hablan del tiempo de la vida concreta por el que nos deslizamos sin saber de cuánto disponemos pero con la certeza de que es limitado –el artista no sabe dónde acabarán las gotas. Reducen así nuestra existencia a una dimensión lineal e irreversible, conectándonos con prácticamente todas las formas de vida que conocemos.