¿Dónde está el límite entre hacerse pasar por a convertirse en?

Passing es la capacidad de una persona para ser considerada como miembro de otro grupo o categoría de identidad diferente a la suya. Concepto habitual desde finales de 1920 en Estados Unidos para referirse a personas que por sus rasgos y color de piel, siendo negras, pueden hacerse pasar por blancas para evitar la estigmatización, ser aceptados socialmente (y por ello pudiendo sufrir el rechazo de su comunidad). Este término, hoy utilizado también respecto a la orientación sexual, de género, de discapacidad o incluso de clase social se afianzó tras la novela “Passing” (1929) de Nella Larsen, primera mujer afroamericana becada por Guggenheim, que narra la experiencia de una mujer que se hace pasar por blanca. En esta época, Federico García Lorca entra en contacto con Larsen y el Renacer de Harlem, crítico círculo literario y activista en el periódico “The Crisis” una publicación de y para personas negras. Lorca conecta en esta visión desde la otredad que convierte en centro en “Poeta en Nueva York”. Escribe “Negro quemado” y quiere acompañarlo con una imagen descriptiva, probablemente una postal de los masivos linchamientos publicada en “The Crisis”. Estas postales de tortura y quema a personas, principalmente negras, eran de envío gratuito. Difundían miedo y odio por todo el país, pero al ser publicada en prensa, la misma foto pasaba a ser denuncia. La misma denuncia que aparece en los poemas de Lorca donde los elementos son polisémicos, unos se hacen pasar por otros y a la vez son varios. Un Lorca incendiario, lleno de muerte y vida, reclama la libertad de las vidas negras que no rechazan sus orígenes, reivindica ser uno mismo aun cuando eso suponga muerte, porque ¿qué no es la vida si no lo que pasa a ser muerte? Como crónica de una muerte anunciada, en España intenta entregarle a su amigo y editor Bergamín el borrador de “Poeta en Nueva York” con 18 imágenes, dibujos suyos y fotografías referenciadas de dónde debían de ir cada una: “Querido Pepe he estado a verte y creo que volveré mañana. Abrazos Federico”. Pero Lorca no volvió, las fotos desaparecieron y “Negro quemado” nunca acompañó a su poema, ¿La misma fotografía hiriente se hubiera transformado en su poemario?, ¿habría pasado a ser otra?, ¿qué es la transformación sino un cambio de mirada?