Francisco Suárez

Francisco Suárez - Lumen 37

Biografía del Artista: Francisco Suárez es un artista contemporáneo nacido en León, España, en 1965. Desde joven ha hecho hincapié en la autonomía de la pintura y en la importancia de la presencia física y perceptual del objeto pictórico. Cada obra que crea es un enunciado en sí mismo, una expresión de los estímulos cromáticos y visuales que la componen, así como de las relaciones numéricas que se establecen entre ellos.A pesar de su enfoque en la geometría y la línea, Suárez intenta evitar la frialdad que a veces puede resultar de la precisión matemática, por lo que su trabajo tiene una especie de pulsión misteriosa que surge de manera espontánea durante el proceso de creación. Utiliza gotas de pintura que fluyen cuidadosamente sobre la superficie, lo que da lugar a imágenes vibrantes y llenas de vida, que se interactúan de manera especial con la mirada.Además de su enfoque en la geometría y la línea, Suárez es conocido por su uso exquisito del color, con el objetivo de crear presencias seductoras. A través de la pureza geométrica, el artista busca llevar a su audiencia a un estado cercano a la contemplación y al autoconocimiento, a través de la conexión con su obra de arte.Su obra ha sido expuesta en galerías y museos de todo el mundo, como el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía en Madrid, el MACBA en Barcelona, el Guggenheim Museum en Bilbao, y la Galería Marlborough en Nueva York, entre muchos otros. También ha participado en ferias de arte importantes como ARCO Madrid y Art Basel Miami. Su trabajo ha sido reconocido con varios premios y distinciones, incluyendo el Premio Nacional de Artes Plásticas del Ministerio de Cultura en 2017.

 

El trabajo de Francisco Suárez (León, 1965) hace un especial énfasis en subrayar la autonomía de la pintura, la presencia física y perceptual del objeto pictórico. Cada obra supone ante todo un enunciado sobre sí misma, los estímulos cromáticos y visuales que la forman, las relaciones numéricas que la componen. Pero una obra de arte no es una ecuación matemática. Frente a la frialdad a que puede conducir lo geométrico, su trabajo conserva cierta pulsión misteriosa de lo que surge de manera espontánea en el acto de pintar. Así, sus característicos campos de líneas nacen de un proceso próximo al action painting, ya que son en realidad gotas de pintura que, colocadas cuidadosamente por el artista, fluyen sobre la superficie. Las imágenes adquieren de este modo una vibración especial y una ausencia de rigidez que facilita la interacción con la mirada. Sin duda, el atractivo de su obra también se debe a un uso exquisito del color. No quiere producir una estructura fría y cerebral sino obtener presencias seductoras, en las que la pureza geométrica nos sirva de vehículo para acceder al terreno del autoconocimiento, a un estado quizás cercano a la contemplación.