Saracho (Ángel Hurtado de Saracho)

Saracho (Ángel Hurtado de Saracho) - Hantaisoku o Mite

Técnica: Acrílico

Biografía del Artista: Saracho (Ángel Hurtado de Saracho) (Asturias, España, 1973) es Licenciado en Bellas Artes por la Universidad de Leioa del País Vasco, ha realizado exposiciones en Instituciones Públicas, Fundaciones y Galerías de Arte de Asturias, Castilla y León, Madrid y Barcelona, además de haber participado en ferias como Room Art Fair en Madrid, Cuarto Público en Santiago de Compostela o Flecha Artea en Bilbao. Su obra se encuentra en colecciones privadas y en la colección de Paradores de España. Son, en su mayoría paisajes urbanos, instantes de ciudades en los que su luz y sus gentes quedan capturados en el lienzo desde perspectivas más que paisajísticas, pictóricas. La ciudad o el personaje son anónimos, apenas se reconocen, aunque sabemos por los títulos y la pasión viajera de Saracho que han sido vistas a lo largo y ancho del mundo. En sus creaciones manda la composición y el color, la forma abocetada que camina hacia la abstracción, el esquematismo y la luz. Unos procedimientos con los que Saracho consigue describir acertadamente el ambiente de esos retazos de vida, unas escenas por lo general relajadas y risueñas

 

“Estridencias confinadas de Mr. Talbot” En esta nueva muestra de Saracho en la que presenta una selección de sus últimos trabajos, podemos ver una evolución en la investigación pictórica del artista. Principalmente su estudio sigue basándose en el análisis/síntesis de base impresionista, pero en algunas piezas se empieza a apreciar una narrativa, no presente de manera tan explícita en su anterior obra. Tal vez esta narrativa haya surgido de manera intencionada, o puede ser, que haya surgido de ese diálogo personal e íntimo que mantiene el artista con la propia pintura durante el proceso de realización. Respecto al análisis, Saracho sigue basando su investigación en el color, propiedad pictórica principal en su obra. Respecto a la temática de las obras que se presentan, podemos ver que Saracho continua con dos líneas, una más urbana, en la que el artista nos presenta figuras en rincones urbanos, en los que las figuras construyen una composición pictórica, pero a la vez algunas obras (y es aquí donde entra la narrativa), el autor permite al espectador poder observar cada figura de manera individual, su gesto, su actitud, su espera… Y otra línea donde la naturaleza está más presente, una naturaleza con una pintura expresiva y libre. Curiosamente, a pesar de que son menos las piezas de esta segunda línea, dos de ellas, son las de gran formato de esta exposición. ¿Es casualidad que las dos piezas de gran formato sean de naturaleza?, ¿puede ser que el confinamiento haya influido en ese diálogo íntimo que mantiene Saracho con la pintura en su estudio? Pues igual, puede ser... Ángel Hurtado de Saracho (Gijón, 1973) se licenció en Bellas Artes en la Universidad de Leioa en el País Vasco. Ya en la Facultad de Bellas Artes, su obra destacaba por una figuración muy personal, en la que representa localizaciones y personajes anónimos, momentos que aparentemente pueden carecer de importancia, pero que forman parte de su experiencia vital. En su último año de carrera en la Facultad se le concedió una Beca de Paradores de Turismo, y al finalizarla, un jurado presidido por el prestigioso pintor Antonio López selecciona su obra para formar parte de la colección permanente de Paradores de España. Saracho ha realizado numerosas exposiciones colectivas e individuales en Instituciones Públicas, Fundaciones y Galerías de Arte, además de haber participado en ferias como “Room Art Fair” de Madrid, “Cuarto Público” de Santiago de Compostela, “Art3F” en Burdeos, Francia o Flecha Artea de Bilbao. Además, ha obtenido varias becas residenciales, la última en el Simposio Internacional de artistas de Noja, Sianoja 2017, en la que fue uno de los participantes residentes. Su obra se encuentra en colecciones privadas, pinacotecas municipales y en la colección pública de Paradores de España. “Pintura cargada de brochazos sueltos y manchas cromáticas, en la que se despliegan figuras y colores para mostrar los espacios por los que transita su mirada dispuesta a captar instantes vividos. Una figuración renovada y muy personal que a modo de ventanas abiertas tienen la capacidad de atraer la mirada del espectador.” Camino Sayago – Crítica de arte