Ianko's Selection

La selección del experto de artistas para comprar y coleccionar en RedCollectors

Ianko López escribe sobre arte y cultura en distintos medios como El País, ICON, Condé Nast Traveler o Vanity Fair, donde mantiene una sección fija llamada Acceso Preferente. Además, colecciona arte contemporáneo, en la medida de sus posibilidades. Nacido en Bilbao, vive y trabaja en Madrid y ha estudiado Administración de empresas e Historia del arte. Intenta estar al corriente de lo que ocurre en la escena artística, visitando exposiciones y manteniendo el contacto con los artistas y su obra.

Créditos: Eduardo Sourrouille

Aunque pueda resultar placentero, es muy difícil elegir entre lo que nos gusta. Y cuanto más difícil, más aprendemos haciéndolo. Por ejemplo, al realizar esta selección yo he aprendido que me obsesiona la idea de que el cuerpo es un material maleable que ofrece posibilidades casi infinitas, tantas que posiblemente residan más en nuestra mente que fuera de ella. Por eso, hace cuatrocientos años, el filósofo Baruch Spinoza dijo que nadie ha determinado lo que puede un cuerpo, y esto sigue siendo cierto a día de hoy, y posiblemente nunca dejará de serlo. Otra cosa que he aprendido es que todas las convenciones que surgen de nuestros esquemas mentales, y que proyectamos hacia el exterior pensando que son la verdad del mundo, pueden y deben cuestionarse, y que el arte es uno de los medios más eficaces para hacerlo. Así que creo que todas estas piezas son importantes, y que todas podrían formar parte de cualquier colección interesada en conectarse con el mundo de hoy (o con el de siempre).

RedCollectors by Ianko

MARÍA TERESA HINCAPIÉ

La colombiana María Teresa Hincapié, fallecida en 2008, no es muy conocida en nuestro país, y sin embargo su trabajo merece la máxima difusión. En sus performances utilizó su cuerpo como una utopía de la habitabilidad, aunque la habitabilidad es una idea que en sí misma tiene siempre algo de utópico. Las fotos sirven como registro de estas performances, algunas realizadas durante muchas horas, y nos resarcen en parte a quienes en su día no pudimos presenciarlas en vivo.

inma herrera

Me gustó mucho la exposición de Inma Herrera (Madrid, 1986) en la galería F2, en la que varias piezas se grabaron firmemente en mi memoria. Aquí la mano de cemento que toma como modelo la de la propia artista, las articulaciones soldadas con el método japonés del kintsugi, y la placa de cobre que remite a la técnica del grabado, parecen evocar una reflexión sobre la autoría artística y la cualidad táctil y visual del arte.

MIGUEL ÁNGEL CAMPANO

Cuando hace algo más de dos años falleció Campano, se desató una especie de fiebre por la recuperación de su obra, incluyendo una retrospectiva en el Reina Sofía. La exposición que ahora le dedica Juana de Aizpuru sigue maravillándonos por la calidad y variedad de su trabajo, de lo que estas obras son muestras evidentes.

ELENA ASINS

Tengo debilidad por Elena Asins. Era una artista de una agudeza y una sofisticación asombrosas, pero además la encuentro mucho menos “fría” de lo que suele decirse. Ya sea en su trabajo escultórico, en sus pinturas o sus obras sobre papel, nos asomamos al funcionamiento de una mente única, invadida por la geometría, la música y las matemáticas. Podría quedarme mirando estas piezas durante horas, y después volver a ellas una y otra vez.

josé ramón amondarain

Me ha gustado mucho reencontrarme con Amondarain, un artista que me llamaba mucho la atención en los tiempos en que empecé a interesarme por el arte contemporáneo, al que después perdí un poco la pista (culpa mía, no suya), pero que por lo que veo sigue en plena forma. Las pinturas y esculturas que ha presentado en Cibrián Gallery son magníficas, y parecen decirnos en voz alta algo que ya sabemos pero que a menudo olvidamos, y que por eso es uno de los discursos subyacentes en casi todas las obras de arte: que absolutamente nada es lo que parece.

MATEO MATÉ

El trabajo de Mateo Maté en “Nacionalismo doméstico”, que convierte los símbolos de una nación –banderas, escudos o mapas, por ejemplo- en decoración casera, irradia ironía crítica. Si podemos construir nuestro propio escudo con los cachivaches que  tenemos por casa, ¿por qué no atrincherarnos en ella y considerarla nuestra nación definitiva?

CABELLO Y CARCELLER

El dúo de artistas Cabello/Carceller lleva mucho tiempo tratando cuestiones que están ahora muy de actualidad, como la identidad personal y su vínculo con el cuerpo. Ambas cosas están vinculadas, pero ni son lo mismo ni guardan una relación unívoca. En estas piezas parte del trabajo del artista brasileño Hélio Oiticica, que se aproximaba a estas mismas inquietudes desde un enfoque disidente y combativo.

KEPA GARRAZA

El famoso retrato del rey español Carlos III que pintó Anton Mengs es una mezcla rara de autoridad y bonhomía. Y, como todas las de su estilo, una imagen propagandística. Al reproducirla fielmente en su dibujo con una técnica perfecta, como hace también con el emperador Augusto o los soldados enemigos de la primera guerra mundial que comparten cigarrillos, Kepa Garraza no hace un ejercicio académico, sino que desvela limpiamente los resortes que motivaban las imágenes originales.

Andre Romão

Andre Romão también parece especialmente interesado en las posibilidades que ofrece el cuerpo humano para reflexionar sobre cuestiones sociales y políticas, desde una perspectiva siempre poética, irónica y enigmática. La reproducción de una mano en madera, una rama y una base de plexiglás pueden ser por separado elementos llenos de posibilidades expresivas, pero tal y como él las junta remiten, en mi opinión, a un discurso sobre “lo cultural” y “lo natural”, una dicotomía falsa que sin embargo está grabada en nuestra estructura mental adquirida.

TERESA MURTA

La pintura es una especie de campo de batalla: para muchos arte equivale casi siempre a pintura, y para otros es una disciplina “superada” que debería dejar paso a otras formas de expresión. Sin embargo hay artistas que, como Teresa Murta, nos demuestran que sigue abierta la posibilidad de hacer cosas nuevas sin salir de lo que tradicionalmente se entiende que es la pintura, y que también es posible representar lo irrepresentable.

CARLOS BUNGA y Primož Bizjak

Hace mucho tiempo que sigo y admiro a Bunga. A Bizjak en cambio no lo conocía. Su proyecto conjunto “El hospital de cartón” nos acerca, desde distintas aproximaciones formales, a una arquitectura del papel, que es física pero que también está hecha de memoria. Eso es lo que hace tan interesante todas las piezas que lo componen, aparte de su perfecta resolución formal.

ARNULF RAINER

El rostro humano es una mina inagotable. No hay espectáculo más hipnótico ni material artístico que ofrezca más posibilidades. Y lo que hizo Arnulf Rainer interviniendo estas caras –en este caso la de un retrato de Nietzsche y otra procedente de un grabado de Goya- con sus trazos violentos y expresivos desvela mucho más de lo que oculta sobre las personas retratadas.

NORA AURREKOETXEA

La primera vez que fui consciente de ver una obra de Nora Aurrekoetxea fue en la pasada edición de ARCO, en la que además ella obtuvo uno de los premios de la Comunidad de Madrid. En esta exposición para la galería Juan Silió presentaba unos trabajos muy distintos que me confirmaron que es una joven artista a seguir. Los anillos del título (eso significa “eraztunak” en euskara) abandonan su función ornamental y se convierten en estructura utilitaria. O quizá no: en realidad lo que más me gusta de este proyecto es lo misterioso que resulta, y que por eso en él todas las posibilidades quedan abiertas.