Ornamento y delito

 

El arquitecto modernista Adolf Loos en su famoso ensayo “Ornamento y delito” (1929) defendía lo “inmoral” y lo “degenerado” del ornamento -del adorno- especialmente en l os objetos utilitarios. Hoy día las fronteras entre arte y decoración, minimalismo y ornamento, o arte y artesanía son cada vez más fluidas, más líquidas. También las tendencias y las modas se difuminan y se confunden entre sí. La obra de Estefanía Martín Sáenz (Bilbao, 1982) aborda los significados latentes en las imágenes ornamentales (desde los patterns del papel pintado para paredes a los estampados textiles), en cuyo diseño el dibujo tiene un papel fundamental. Entre los arabescos de esos motivos geométricos o florales, la artista nos descubre un animado mundo de seres y personajes escondidos. Esta poética se caracteriza por un singular tratamiento del universo femenino y sus emociones, donde la dulzura y la delicadeza, el encanto y la seducción -en definitiva, los tópicos “positivos” asociados culturalmente a la imagen de la mujer: encantadora, sumisa, aérea, fiel, inocente, abnegada- aparecen indisociables de sus contrarios. 

 

 

Exposición Estefanía Martín Sáenz